lunes, 21 de abril de 2008

Combatir el VIH con una sola pastilla será posible a partir del mes que viene

Una joven pasa junto a un cartel con un gran lazo rojo, símbolo mundial de la lucha contra el SIDA.Foto: p.H.

Combatir el VIH con una sola pastilla será posible a partir del mes que viene

el fármaco contiene tres medicamentos para el tratamiento antirretroviral
El sida se ha convertido en Gipuzkoa en una enfermedad "controlable"
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Donostia. Se trata de un fármaco con un enorme valor simbólico, algo así como "un sueño cumplido", según resalta el coordinador del Plan del Sida en Euskadi, Daniel Zulaika. En unas semanas estará listo en el mercado la suma de tres medicamentos distintos en una sola pastilla, que se tomará por la noche, bajo el nombre Atri-pla. Es difícil saber con precisión el número de infectados de VIH en Gipuzkoa, a quienes este nuevo medicamento hará la vida algo más llevadera, pero, sin duda, se ha ganado otra batalla al sida.
La investigación de fármacos para combatir esta enfermedad, los conocidos antirretrovirales, ha adquirido tintes espectaculares. Encontrar una nueva familia de antibióticos es algo que ocurre de manera muy poco frecuente. En el caso del sida, en cambio, se han descubierto nada menos que tres familias de antirretrovirales en los últimos cuatro años, un acontecimiento inédito en la historia de la medicina.
A mediados de los 90 fallecían en Gipuzkoa 140 pacientes de sida al año, con un alarmante promedio de tres muertes por semana. Fue una epidemia. Los pacientes eran tratados inicialmente de sus infecciones, hasta que surgían las complicaciones y se daban de bruces con una dramática realidad: la ausencia de soluciones médicas ante esta enfermedad.
En una década, la situación se ha revertido de tal manera que hoy se trata de una dolencia "controlable" en el territorio guipuzcoano, en buena medida gracias al espectacular avance médico iniciado a mediados de los 90. "Se descubrieron nuevas familias de fármacos contra el virus, y se pudo comprobar que combinando varios era posible hacer desaparecer la carga viral del VIH en la sangre", rememora Zulaika.
Mezclar de tres en tres los medicamentos, lo que se llamó triterapia, funcionaba, y comenzaron a aparecer los primeros resultados. Por primera vez, podían recuperarse esas defensas que tanto habían bajado, y las personas enfermas de sida empezaban a llevar una vida relativamente normal.
Tanto es así, que la mortalidad de pacientes con VIH en el Hospital Donostia, entre 1995 y 1998, disminuyó un 90%, un cambio jamás vivido en la historia de la medicina. Los especialistas calculan que los pacientes seropositivos que siguen correctamente el tratamiento con los medicamentos específicos, presentan una mortalidad que se sitúa en un 1 por 1.000 al año. En Euskadi, de los 416 fallecidos por sida en 1996 se pasó a los 49 muertos registrados en el año 2006.
'atiborrados' de pastillas El avance científico resulta espectacular, pero quedaba una asignatura pendiente: simplificar toda la medicación precisa. Desde hace años, algunos infectados de VIH se han visto obligados a atiborrarse de pastillas, hasta con siete tipos de medicamentos combinados, debido a las resistencias desarrolladas.
Es la zigzagueante singladura del virus del sida, que se multiplica y produce miles de millones de copias, permanentemente. Cuando la estás tratando con un solo antirretroviral, inmediatamente, la enfermedad se hace resistente.
Éste ha sido uno de los caballos de batalla: la necesidad de seguir tratamientos combinados de varios fármacos, lo que se conoce como cócteles. La obligación de tomar múltiples pastillas complicaba siempre la terapia y la vida de los infectados.
El verdadero reto al que se enfrentaba la enfermedad ahora era elaborar una sola pastilla que incluyera varios medicamentos. El problema era aglutinar en una toma tres fármacos variados, con un modo de administración complejo, y en ese contexto, han irrumpido los componentes de la nueva medicación, efavirenz, emtricitabina y tenofovir.
recuperar peso corporal Zulaika tiene un recuerdo muy vivo de este nuevo hallazgo científico: junio de 2006, en Ciudad Real. "Estaba moderando una mesa sobre sida, cuando se levantó una persona para informarnos de que se había descubierto una medicación en Estados Unidos gracias a la cual los pacientes recuperaban en pocos meses el peso corporal perdido", relata el coordinador del Plan del Sida en Euskadi.
Como sucedía tantas otras veces con productos milagrosos, todo el mundo pensó que no era más que otro fraude, al estilo de infinidad de anuncios milagro, como "descubre el extracto de cebolla que cura el sida" y frases por el estilo. Terapias milagrosas que creaban muchas esperanzas entre los infectados, pero que finalmente no hacían sino aumentar la dosis de frustración.
"En ese contexto, resulta que fue el hallazgo definitivo", admite Zulaika. En una reunión internacional sobre el sida en Vancouver (Canadá) pudieron constatar la relevancia de este descubrimiento. Aquélla era la solución: una combinación de tres medicamentos de diferentes familias para aglutinar todas las pastillas en una.
En breve estará listo este nuevo medicamento en el mercado, pero para ello también ha sido necesario que se produzca otro hecho insólito, como es que dos compañías farmacéuticas (Gilead Sciences y Bristol-Myers Squibb) lleguen a un acuerdo, algo que resulta excepcional ya que ninguna industria farmacéutica es partidaria de compartir sus productos con otra.

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