lunes, 30 de junio de 2008

Rudolf Brazda, el último de los triángulos rosas

Rudolf Brazda, en el monumento a las víctimas gays del nazismo en el Parque Tiergarten de Berlín. Foto AP.


Rudolf Brazda, el último de los triángulos rosas

Tiene 95 años y es el último sobreviviente homosexual del nazismo • Este fin de semana fue el protagonista de los actos del Orgullo LGBT en Berlín.

2008-06-29 Vidas, personas y personajes
Si alguien puede representar la imagen del avance de los derechos de los homosexuales en algunas partes del mundo, seguramente sea Rudolf Bradza. Este sonriente hombre gay de 95 años está considerado el último de los "triángulos rosas", distintivos que los nazis usaban para identificar a los homosexuales encerrados en los campos de concentración durante la 2da. Guerra Mundial.Por estos días, Bradza fue protagonista de las actividades por el Día del Orgullo Gay celebrado en Berlín. El viernes, Brazda depositó un ramo de flores ante el recientemente inaugurado monumento de las víctimas homosexuales del nazismo, junto al alcalde de la ciudad, Klaus Wowereit, también homosexual. Luego participó como el invitado de honor del Christopher Street Day de la capital alemana.El anciano Rudolf, con 95 años recién cumplidos, era un veinteañero cuando Adolf Hitler llegó al poder en Alemania. En 1934 vivía en concubinato con su novio de entonces cuando fue condenado a seis meses de cárcel en virtud de una ley que prohibía la "fornicación" entre hombres.
Expulsado por los nazis a Checoslovaquia, trabajó en una compañía teatral y de opereta hasta que en 1938 volvió a ser detenido y deportado al campo de concentración de Buchenwald en 1941. Allí le obligaron a ponerse el "triángulo rosa", un distintivo de los homosexuales, y lo sometieron a trabajos forzados. Sobrevivió cuatro años gracias a la "suerte", como él dice, y a una aventura amorosa con un capo comunista.Una vez liberado el campo en 1945, se instaló en Francia con su nuevo amor, con quien convivió más de 50 años. «Después de la guerra, tuve una vida muy feliz. Ya no estábamos obligados a escondernos, como antes, cuando se nos consideraba anormales. Pero gracias a Dios, hoy somos libres. No hay nada como la democracia», afirmó con una sonrisa.Más de 50.000 homosexuales fueron condenados bajo el régimen de Adolf Hitler en virtud de un código penal derogado en 1969. No obstante, esta condición no fue totalmente despenalizada en Alemania hasta 1994.Las estimaciones cifran entre 5.000 y 15.000 los homosexuales que fueron deportados a los campos de concentración, donde murió más de la mitad por extenuación y malos tratos.

http://agmagazine.com.ar/index.php?IdNot=2647

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