martes, 14 de junio de 2011

Cacerolada contra Gallardón por prohibir los conciertos en Chueca en el Orgullo



Decenas de personas abuchean al alcalde, al que sorprenden sacando el perro.- "Hacerle esto a mi mujer y a mis hijos no es de justicia", se queja el regidor.- Los organizadores del MADO condenan el "acoso" al regidor

Centenares de personas secundaron anoche una ruidosa y reivindicativa cacerolada en la plaza de Chueca de Madrid para protestar por la decisión municipal de no autorizar actuaciones musicales en esta plaza durante el próximo el Orgullo Gay, que amenaza con echar por tierra la celebración de las fiestas. La protesta, reducida ya a unas decenas de personas, acabó a las puertas de la casa del alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, que fue abucheado y silbado cuando sacaba al perro junto a su mujer y sus hijos. Los organizadores de las fiestas se han apresurado en desvincularse de esta protesta, que condenan "rotundamente", al tiempo que esperan que no enturbie el diálogo con el Ayuntamiento para buscar una salida al problema. Todavía no tienen fecha para la reunión que han solicitado al alcalde para pedirle que levante la prohibición. En un pulso con el consistorio, los convocantes amenazan con no celebrar las fiestas porque, para ellos, "Chueca es irrenunciable". Las fiestas están en el aire a 15 días de su comienzo.

La protesta, convocada a través de Facebook a las nueve de la noche en esta plaza, fue respaldada por centenares de personas que pidieron al Consistorio que recapacite y permita actuaciones musicales en la emblemática plaza del movimiento gay durante la celebración de sus fiestas. Los asistentes portaban pancartas contra la asociación de vecinos que pidió a través de los tribunales una "reorganización urgente" del Orgullo Gay para evitar impacto ambiental y problemas de seguridad.

"Dejadle hablar, aunque mienta"

Con lemas como "no nos representan" y "sois Chueca", los manifestantes han escenificado su rechazo a la prohibición municipal, alegando que "cualquier fiesta popular española -las Fallas, los San Fermines, San Juan, los Carnavales o La Tomatina por citar algunos ejemplos- implica inconvenientes como el ruido y la suciedad y, sin embargo, están promovidos por los ayuntamientos de sus ciudades e incluso tienen el carácter de Fiesta de Interés Turístico Internacional", según reza la convocatoria.

La cacerolada de Chueca se convirtió en una marcha, aunque ya no de centenares sino de decenas de personas, y se dirigió al domicilio del alcalde, que se vio sorprendido por la protesta cuando salía a pasear a su perro con su familia. Al grito de "¡fuera! ¡fuera!", los congregados hacían sonar con estruendo cacerolas y silbatos al ver aparecer a Gallardón. El alcalde trató de apaciguar a los congregados dirigiéndose a ellos. "Dejadle hablar, aunque mienta", se escucha en una de las grabaciones que recogen este momento de tensión subidas a Yuotube. "Aquí viven mi mujer y mis hijos. Hacerle esto a mi mujer y a mis hijos no es de justicia", comienza a decir Gallardón, que quiere añadir un "mañana" pero no logra seguir hablando porque los silbidos y gritos van en aumento. El alcalde, Gallardón, escoltado por la Policía, dio media vuelta con su perro y se dirigió hacia su casa entre el ruido de los silbatos, las cacerolas y los gritos.

Fuentes de la organización han explicado que ninguna de las tres asociaciones implicadas en las fiestas - la Federación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM) y la Asociación de Empresas y Profesionales para Gays y Lesbianas de Madrid (AEGAL)- están relacionadas en esta convocatoria, ya que aún están intentando negociar con el Ejecutivo local una solución más satisfactoria para todas las partes.

Pendientes de sentarse

De hecho, han solicitado una reunión con Gallardón que está pendiente de fijarse para hoy martes o el miércoles con el objetivo de intentar modificar la autorización que les concedió la semana pasada el Ayuntamiento, que limita las fiestas. Les da permiso para alcanzar excepcionalmente los 90 decibelios -el doble de lo permitido en la normativa-, entre las once y las 2.30 de la noche del jueves, viernes y sábado. Pero deja fuera el miércoles, día del pregón, y excluye Chueca porque la normativa sobre el ruido, aprobada este año, impide modificar los límites sonoros en un radio de 150 metros alrededor de una residencia de mayores -hay una en Chueca-.

La organización cree que detrás de la prohibición de instalar un escenario en la plaza corazón del festival está la intención de "sacar las fiestas del barrio". Juan Carlos Alonso, portavoz de la organización, cree que la medida puede ser contraproducente. Teme que si no se permite programar actividades para la cantidad de gente que se concentra esos días (el año pasado se superó el millón de personas), la fiesta puede acabar convertida en un botellón y en un "espectáculo lamentable para la imagen de Madrid". Alonso considera que la fiesta tendría que tener el mismo carácter de excepcionalidad que se aplica a otras celebraciones como las de La Paloma, San Isidro o la Noche en Blanco. "No podemos permitir que la normativa se aplique solo a las fiestas del Orgullo", dice. El portavoz de la organización critica que el Ayuntamiento no tenga en cuenta el "esfuerzo" que han hecho para "minimizar en un 70% el impacto medioambiental en el barrio en los últimos dos años".

Mientras continúa el pulso con el Ayuntamiento y a la espera de la reunión, ya se ha convocado a través de Twitter una nueva cacerolada para hoy en el mismo lugar y a la misma hora: las nueve de la noche en Chueca. El programa del MADO 2011 (Madrid Orgullo) incluye un concierto de Ricky Martin, la actuación de Bob Sinclair, Martitio u OBK, entre otros. La cantante Ana Torroja, junto a otro artista aún por confirmar, será la encargada de dar el pregón en la plaza de Chueca, única actividad que el Ayuntamiento permite en la plaza.

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