Representantes de XEGA, la Asociación de LGTB de Asturias
La Asociación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Asturias (XEGA) ha aplaudido, este lunes, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias sobre el caso de Silvia García, a la que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) le había negado el pago del tratamiento de fertilidad por su condición de lesbiana, argumentando que no era estéril.
La Asociación de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Asturias (XEGA) ha aplaudido, este lunes, la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias sobre el caso de Silvia García, a la que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) le había negado el pago del tratamiento de fertilidad por su condición de lesbiana, argumentando que no era estéril.
Este colectivo, en vista de esta sentencia, espera la negativa de las comunidades autónomas a la propuesta de la ministra de Sanidad, Ana Mato, sobre los procesos de inseminación artificial que podría suponer la discriminación para mujeres solteras, lesbianas y bisexuales. XEGA ha recordado tanto al presidente del Principado, Javier Fernández, como al consejero de Sanidad, Faustino Blanco, la discriminación que suponen estos límites para mujeres como Silvia García, defendiendo que estas técnicas sean un servicio público "en todo el estado español". El coordinador de XEGA, Manel Fernández Solera, ha destacado la alegría que supondría, para este colectivo, un "no" en el Consejo Interterritorial de Salud de este martes, aunque también ha declarado, que si no se consigue esta respuesta, "no nos vamos a quedar quietos". Asimismo, este grupo, que pretende agotar todas las vías posibles en torno a la decisión de Mato, ha pedido una reunión con Presidencia del Principado, la Consejería de Sanidad y el Instituto Asturiano de la Mujer para "evitar futuros casos de mujeres que no sean atendidas en la unidad de reproducción asistida". La coordinadora del grupo de mujeres lesbianas y bisexuales de XEGA, TribadAS, Yosune Álvarez, ha recordado que aunque el proceso judicial que Silvia García comenzó en 2011 no puede achacarse a los recortes y a la crisis y considera preciso advertir de que muchas mujeres son aún "infértiles" a nivel social.
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