“Le hemos denunciado 13 veces, pero al final nos hemos tenido que marchar”, asegura una de las afectadas.
Laura y María, pareja sentimental, llevan dos años sufriendo el acoso de uno de sus vecinos homófobos. Después de aguantar amenazas, insultos e incluso agresiones, ambas decidieron el 28 de diciembre trasladarse de su vivienda en el barrio de Las Tablas al inmueble de la hermana de Laura.
Con la hipoteca a medio pagar y la imposibilidad de alquilarla al tratarse de un piso protegido, ambas se enfrentan ahora a una situación de desesperación, teniendo en cuenta que las trece denuncias impuestas contra el agresor no han surtido efecto alguno.
Tanto el hombre como su esposa, han descargado durante estos años su ira contra la pareja, llegando a agredir tanto a ellas como a su perra. "Le hemos denunciado 13 veces, pero al final nos hemos tenido que marchar", se lamenta María.
Laura, por su parte, tuvo que estar un año y medio de baja y secuelas físicas por culpa de una de las agresiones del inquilino que la "estampó contra el suelo" y le rompió el ligamento de la muñeca derecha, tras una discusión. Actualmente, está pendiente de ser juzgado por delito de lesiones.
Las discusiones comenzaron en el año 2012, por su plaza de aparcamiento en el garaje del edificio. "Decía que no le dejábamos salir con su moto, entonces nos rayó el coche varias veces, lo escupió y le rompió un faro y el parachoques".
A partir de entonces, la pareja ha tenido que aguantar todo tipo de vejaciones, llegando a recibir pintadas –realizadas presuntamente por la esposa del hombre– que rezaban frases como "putas lesbianas", además de insultos verbales como "lesbianas de mierda" o "sois unas enfermas", motivos por los cuales se encuentran bajo tratamiento psiquiátrico.
Según los datos de la Delegación de Gobierno, en 2014 se denunciaron en Madrid 130 delitos de odio, 21 de ellos de carácter homófobo, casi el doble de los 13 que se registraron en 2013.
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